Querida yo de 2040 día 75

Hoy ha sido un día de los de "nueva normalidad". Lo primero de todo tenía que pasar la ITV, algo suuuper normal, pero que a mi me llevaba traumatizando desde que descubrí hace ya 4 semanas (creo) que se me había caducado en pleno estado de alarma . Yo, hasta el momento siempre que había llevado el coche a la ITV, le había dado las llaves al señor y él lo había hecho todo; al final me daba las llaves, la pegatina y todos contentos.
Claro, ahora en medio de una pandemia, que ocurriera eso, era poco probable... el protocolo es que eres tú quien tienes que ir siguiendo las indicaciones del señor y que él vea que todo está correcto.
Eso era un drama real, algo que aparentemente es muy sencillo, para mi tenía muchas lagunas.

Después de hablar con muchas personas, y que todos me dijeran que era fácil, es más hasta me decían que normalmente sus ITV siempre eran así, y tras ver algún tutorial de youtube...allí me he ido hoy.

Hoy además era el primer día que cogía el coche después de casi tres meses, la sensación de conducir, ha sido muy guay...no tanto el de la mascarilla que me sigue ahogando bastante, pero si la libertada y el libre movimiento.

De camino al centro de ITV he ido observando cada sitio por el que pasaba y redescubriendo todo lo que había. Hasta que finalmente he llegado.
He entregado los papeles desde la ventanilla del coche, y he esperado detrás de los otros coches. Ahí ya nos empezaban a avisar que abrocháramos todos los cinturones de seguridad, tras hacer eso, solo había que ir esperando e ir pasando "fases". Después de un rato pequeño ha llegado mi turno. Un señor muy amable ha observado el exterior del coche, que pusiera el punto muerto y que mirara el acelerador para ver los humos....drama total, he mirado los tres pedales intentando pensar rápidamente cual de los tres era: Piso el primero esperando que todo fuera bien, y el señor me dice que no, que ese no es; segundo intento...más de lo mismo; ya solo quedaba uno por lo que el error era mínimo. He pisado el pedal correcto mientras pensaba cómo puedo colapsarme tanto con algo tan simple, y que fijo que el señor se estaba preguntando que cómo era posible que yo tuviera el carnet y lo más importante que hubiera llegado conduciendo hasta allí.

Después de eso, he pasado con el siguiente señor. Ya era más fácil. La prueba de las luces mas o menos la tenía controlada porque el día anterior había estado practicando en casa, y el señor muy amablemente, de vez en cuando me chivaba la respuesta correcta.

La prueba de los frenos era fácil, y la del foso igual. Tras todo esto me han dado la deseada pegatina y no me han quitado el carnet... así que el balance es favorable.

Hoy también ha sido día de reencuentros. Ya que sacaba el coche he aprovechado para ver a mis primas. De camino a sus casa ya estaba super emocionada. Llevaba sin verlas todo este tiempo, y el reencuentro es muy emocionante, aunque muy raro por no poder tocarse y tener que verse en distancia.

Me sigue pareciendo tan raro ver a todo el mundo con mascarillas por la calle... el llevarla yo y todos los protocolos que esto implica. Es una locura.

Una parte de mi tienen unas ganas enormes de empezar a volver a la normalidad antigua, coger transporte públicos, quedar con la gente, la rutina... me da miedo, si...pero lo hecho de menos. Ir a trabajar y ver a toda la gente, las locuras, las meriendas, las risas... Me encanta como tendemos a idealizar el pasado, aunque tuviera momentos que no nos gustaran nada, pero luego con el tiempo sólo queda lo bueno, y eso es genial.

Un día menos

Querida yo de 2040 día 72

Esto se me está empezando ya a hacer pesado. L a realidad es que me aburro, ya no sé que hacer.
Por otro lado miro hacia atrás, y no veo que haya sido tan loco el estar encerrados 50 días. A mi no se me ha hecho pesado, de hecho reo que puedo decir que pertenezco al grupo que ha mantenido la cordura lo mejor posible.

Ahora que ya van siendo las cosas más normales es cuando más me aburro, porque me apetecen hacer cosas y lo veo un poco lejano.
Como empecé a salir a la calle, cuando salgo por las mañanas es un poco más tortura... al volver a casa me dan ganas de hacer más cosas que ahora mismo no son muy viables.

Pero bueno, la verdad, creo que dentro de lo que cabe voy bien. Lo próximo va a ser coger el transporte público, algo que ahora mismo no veo para nada...pero va a tener que legar ese momento, no sé cuándo.

Me apetece volver al trabajo, aunque va a ser muy raro. Ver a la gente y reírnos y hacer bromas como antes.

Ayer le volví a dar una oportunidad a las videollamadas... vi a parte de la gente de teatro, que fue muy genial, e hice un curso online de maquillaje con resultados bastante decentes.

Mañana comenzamos la fase 1

Querida yo de 2040 día 63

Ayer volví a salir a comprar para intentar acostumbrarme a la famosa "nueva normalidad". Sigue siendo muy raro esperar para entrar a comprar al supermercado, o mantener la distancia de seguridad.

Llevar mascarilla me agobia, a mí y supongo que a mucha gente; siento que me ahogo y me falta el aire, algo que sentirá también mucha gente. También me he dado cuenta que, cuando estoy comprando, como llevo la mascarilla tengo la sensación que voy comprando a contrarreloj, como si fuera una carrera. Voy recorriendo los pasillos para ver que puedo comprar, mientras todos los productos van pasando por mi cabeza: al final se me olvidan cosas. Si es verdad que esto es culpa mía, soy un poco ansias, con esto y con todo en general en la vida.

Hay algo que me llama la atención, llevamos mascarilla, pero me dio la crisis de "quiero estornudar y si lo hago me van a mirar raro, yo al menos lo haría". Lo de estornudar, toser o sonarse la nariz ahora me parece algo tabú, algo que es mejor no hacer en público para no sembrar el caos.

Con la compra hecha, dentro de mi nueva normalidad, llegué a casa y me puse a limpiar/desinfectar toda la compra. Realmente esto no sé si es del todo necesario, pero creo que ya lo dije una vez, mi psicosis se queda más tranquila si lo hago. Por eso también salgo poco, por todo el ritual que implica salir: ropa, comida, distancias...una locura. me imagino que al final nos acabaremos acostumbrando. Antes íbamos y veníamos a los sitios como locos; ahora sin duda hay que hacerlo todo más pausado.

Después de 63 días en casa he retomado algunas cosas: lo primero ha sido salir a la calle, salir a pasear y he vuelto a correr...a ver cuánto me dura ahora. Cada paseo es diferente, estoy descubriendo nuevos rincones del barrio, y estoy viendo como de cívica es la gente...pero eso es otro tema.

También le he dado una oportunidad a las videollamadas. Yo no soy nada fan de ellas, pero es el momento. Ya he celebrado cumpleaños y he hecho reuniones con gente del trabajo como hacíamos antes...no tenemos un bar, pero sí vino en casa...y al final lo importante era la compañía...y así es.

Creo, sin duda, que lo que más estoy intentando hacer estos días, es conocerme a mí misma y conectar conmigo. Los meses antes de esto fueron bastante malos, y yo solo quería parar para poder asimilar y asentar las cosas... y eso era imposible, y al final, sin parar lo fui pasando, pero siempre pensé que lo había pasado de largo sin terminar de vivirlo. Pero ahora es el momento, estoy intentando conectar con todo, para cuando esto acabe salir lo mejor y más fuerte posible, porque como dicen en broadway "only intermission"


Un día menos

Querida yo de 2040 día 53

Realmente estamos en la noche del día 52 al 53, pero lo voy a narrar cómo lo que ha ocurrido el día 52.

Hoy, después de mucho pensármelo he decidido levantarme "pronto" para salir a correr. Desde que estamos así, las horas para levantarse son muy relativas. Tuve una fase en la que me quería levantar bien porque parecía que tenía muchas cosas que hacer. Otra en la que me levantaba tarde directamente. Una tercera en la que me despertaba pronto pero estaba horas en la cama hasta que me decidía levantarme. Y hoy, que me he levantado a una hora relativamente normal, dentro de la que tenía permitida para salir, y he salido a correr. Parece que es algo que he hecho muy convencida, pero digo desde ya que no ha sido así, me ha costado.

Me ha gustado salir, me ha encantado reencontrarme con las sensaciones de las últimas semanas en las que decidí empezar a correr y por un momento olvidar todo lo que está pasando. Solo estaba yo corriendo.
También es verdad que lo olvidas durante muy poco tiempo. Ir haciendo zigzag para evitar a la gente, ver a la gente con mascarillas mientras voy pensando que soy un blanco fácil por no llevarla, y odiar los caminos estrechos donde no puedes guardar la distancia de seguridad con las otras personas.
A esto hay que sumarle el nuevo ritual cada vez que entramos o salimos a la calle: quitarse la ropa de la calle, lavarse las manos, ducharse, etc. No sé realmente hasta que punto todo lo que hago es necesario, o es mi psicosis actuando por mí, pero ahí voy cumpliendo con la rutina de la nueva normalidad.

Todos los días suelo estar muy atenta al momento en el que publican el número de contagiados y muertos diarios, y hoy se me ha pasado por completo. El salir, desayunar, volver a hacer vida me ha evadido por completo de la realidad. Y a esto le sumamos que hoy tenía un cumpleaños en la familia. Es raro que ahora las felicitaciones sean por skype, los regalos los lleve un repartidor y tú, desde casa tengas que ver la reacción. Calcular los tiempos de envío y todo eso es un nuevo arte

Para el cumpleaños habíamos planificado una cena por skype con brindis con vino blanco (a mí la parte del vino blanco me parecía lo mejor del plan), para ello necesitaba el vino y algunas cosas para preparar la cena. Eso implicaba salir a comprar, algo que no había hecho desde hace 54 días, porque una cosa es salir a la calle a pasear, que ya supuso un shock ir evitando a la gente y ver a todos con mascarillas; y otra es ir a comprar. Hasta ahora TODO lo había comprado por internet, hasta un paquete de 50 mascarillas que debían llegar hoy y no lo han hecho, por lo que una cena de improvisto se me salía de mi plan organizado.No era necesario salir, pero era el momento, tarde o temprano tenia que empezar a vivirlo.

Como he dicho las mascarillas no han llegado, la primera aventura era ir a la farmacia a compara una. Todo bien, poca gente de camino y sólo una persona delante (a 2 metros de distancia) en la farmacia, una vez con la mascarilla puesta (sensación de ahogo y que no me cubría lo necesario, vamos paranoia modo on) me he dirigido al centro comercial a comprar. Ese ha sido un gran shock.

Estar en la cola ya era raro... marcas en el suelo para guardar la distancia; según entrabas al centro comercial, aunque hoy ya podían abrir los pequeños comercios, todos estaban cerrados. Ver eso era desolador. Y al principio de la fila, un trabajador del supermercado con pantalla protectora, mascarilla y guantes, indicando cuando podíamos pasar y dándonos antes bolsas de plástico para usar a modo de guantes. En ese momento se me han saltado las lágrimas ante esto ¿Qué ha pasado? ¿Cómo hemos terminado así?

Por fin ha llegado mi turno y con miedo he pasado al supermercado, creo que me he recorrido todos los pasillos 5 veces porque era incapaz de pensar con normalidad y había bastantes estanterías vacías, no quiero imaginar al principio cuando estaba todo devastado. Después de dar varias vueltas he visto que yo era la rara, todos allí ya estaban acostumbrados a esa nueva normalidad, la gente con sus guantes, muchos con mascarillas, algunos valientes sin ellas y los trabajadores con toda la normalidad y naturalidad del mundo...si esa era la famosa nueva normalidad en fase 0. He hecho mis compras y me he venido a casa pensado que esto sólo es el principio de los cambios y que no se está mal fuera ni hay un lobo que vaya a comernos. Sólo hay que cumplir las normas y ser prudentes.

un día menos

Querida yo de 2040 día 50

Hoy por fin podíamos salir a la calle. Al principio tenía pensado no salir y esperar al lunes o a cualquier día más adelante de la semana que viene, porque imaginaba que hoy, al igual que él primer día que salieron los niños, iba a ser una locura.

Tenemos tres turnos para salir de 0 a 14 años de 12 a 19h; de 14 a 70 años de 6 a 10 y de 20 a 23h; y de 70 en adelante de 10 a 12h y de 19 a 20h. Yo he visto la transición de los grupos por la tarde y me ha parecido muy civilizado. Ver cómo a las 19h los padres iban recogiendo a sus hijos mientras les decían "vamos a casa que le toca al siguiente grupo". De ahí se veía cómo los niños que no paraban de jugar y de correr de un lado para otro, dejaban paso a las personas más mayores, la población vulnerable que tantas ganas tenía de salir de casa, encima que hoy el tiempo nos ha acompañado.
Por último a las 20h, y después de los aplausos he salido por fin ala calle...si, he salido, ha habido un momento que no imaginaba la emoción que me hacía salir... y allí me he ido corriendo mientras bajaba las escaleras, y mis vecinos de enfrente, mis nuevos amigos a los que saludo cada día desde que empezó esto, me iban diciendo que disfrutara el paseo.

El paseo ha sido muy raro, creo que ha sido rápido, no he podido disfrutar nada de la calle como me hubiera gustado, estaba demasiado preocupada en evitar a la gente, había mucha. Luego me he puesto a callejear por el centro del barrio y la sensación ha sido muy rara...nunca lo había visto con tanta gente, ni a la gente hablando desde sus terrazas de forma tan animada. Todo cerrada, y todos con mascarilla.

La sensación era muy rara...entre querer ir corriendo a casa porque me encontraba en riesgo de ser contagiada, y el de intentar buscar un hueco donde no hubiera tanta gente para poder disfrutar de la libertad de verdad.

Supongo que a lo largo de la semana que viene todos se irá tranquilizando e iremos buscando mejores horas para salir, porque en realidad las franjas horarias son muy amplias.


Me da pena pensar en la normalidad que teníamos antes y en no saber cuando va a ser otra vez igual, en no saber ni siquiera como va a ser la nueva normalidad, porque lo que ves cuando hablas con todos, es el miedo...miedo a salir, miedo a estar en contacto con más gente, miedo a que vuelvan a subir los contagios, miedo a que esto no acabe nunca.

Acabará aunque no sabemos cómo ni en qué condiciones, pero pasará.

Un día menos

Querida yo de 2040 día 49

Llevamos 49 días encerrados en casa; a veces lo pienso y me parece una locura, o que todo es mentira. Es muy raro pensar cómo de un día para otro nos desapareció la "libertad" o dejamos de hacer cosas que eran muy normales.
hace unos días empezaron a salir los niños a la calle, ahora mismo desde mi venta escucho como botan las pelotas o cómo corren con sus patinetes y patines. la primera vez que vi a los niños en la calle pensé que ya estábamos recuperándolo todo; es raro ver a los niños con mascarillas, o ver como miran a ver si hay otros niños a los que no se pueden acercar a jugar.
Ayer me agobié mucho en pensar cómo va a ser la nueva normalidad, de hecho me agobia mucho el hecho que nos vayan dejando salir. Nos dejan salir para que no acabemos locos, pero el virus sigue estando ahí fuera. me sigue dando miedo cogerlo y contagiarlo.
Aunque esto pare ahora, dan por hecho que habrá un repunte en octubre y se está planteando cómo va a ser la nueva normalidad con los límites de aforo, la locura del trasporte público, estar lejos de la gente, cero contacto.

Es tan raro pensar cómo hemos pasado a esto de un día para otro. Como esa semana yo intentaba hacer vida normal y ahora no sabes lo que es normal.

Creo que todo va a ser distinto. Esto, nos servirá a todos. A mí por lo menos creo que lo está haciendo...de momento estoy manteniendo bastante bien la cordura. Y mañana, por fin podremos salir a la calle a dar un paseo... es lo que más me apetecía... salir y evadirme de todo, pasear como a mi me gusta de un lado para otro y dejarme llevar.

Un día menos

Querida yo de 2040 día 41

Hoy he vuelto a releer conversaciones de whatsapp de cuando empezó todo esto. Los primeros días se nos hacía "pesado", y eso que teníamos muchas cosas por hacer y no faltaban las ideas. Supongo que era raro, del estar todo el día en la calle, a no salir para nada, de hacer planes constantes, a no hacerlos, o hacerlos pero de distinto modo.

Me acuerdo de esos días en los que me pasaron cosas, antes de todo esto, que tenía muchas ganas de quedar con la gente y contarle todo lo bueno que estaba por venir, y de repente no pude hacerlo porque no podíamos salir de casa. Las buenas noticias pasé a comunicarlas directamente por un triste whatsapp, y ahora que lo pienso, veo muy lejano que todo lo que podía pasar, pase. Ahora mismo lo importante es volver, ya ni si quiera es volver a la normalidad...sólo queremos volver.

Otra de las cosas que he descubierto releyendo, es cómo los primeros días pensábamos que en unas semanas íbamos más o menos a volver a la normalidad. Que a finales de abril ya estaríamos como antes...y aquí estamos, ha llegado ese "finales de abril" y no sabemos ni cuándo saldremos ni cómo va a ser esa vuelta.

Siempre decimos que la vida puede cambiar de un momento a otro; normalmente siempre nos quejábamos de que esos cambios eran positivos para los otros y negativos para nosotros mismo. Pro ahora aquí estamos. estamos de cero, todos estamos igual, en el mismo punto de partida. Si es verdad que todo el sistema sanitario está al pie del cañón...sin ellos si que no haríamos nada. Y que hay familia que han vivido en primera persona la dichosa pandemia.

Los últimos días se me están empezando a hacer algo más pesados. creo que estoy analizando todo lo que me pasa de una forma demasiado consciente. En otra circunstancia lo habría dejado pasar, pero ahora cada vez que noto una nueva emoción, esa que se va a poderando de mi lo único que trao de decirme es "es normal, no hay nada bien ni mal". Es cierto que llevamos 41 días en casa, dentro de lo malo yo tengo un pequeño jardín al que salir. Hoy he salido un momento y la sensación ha sido muy curiosa. Sólo quería estar ahí y que me diera el aire. Cuando he vuelto a casa, todo me parecía oscuro, no como en la calle...y eso que el día es nublado, que por las carreteras la afluencia es mayor en ambulancias y coches de policía, pero sin duda la calle es mejor.

Me he dado cuenta, que cuando acabe esto, de lo primero que voy a hacer es andar sin rumbo...perderme por donde sea sin un destino concreto. Alejada de la gente y manteniendo las distancias, me apetece extender el aislamiento pero en un paseo sin rumbo, y luego ya reencontrarme con la gente.

Un día menos

Querida yo de 2040 día 36

Los días siguen pasando, lo único que quiero cada día es, que al escuchar las noticas el número de contagiados baje. Es triste como al final te acabas acostumbrando a cifras tan altas de muertos...la única esperanza es que los contagios bajen.

Hoy he decidido mirar atrás, pensar en cómo empezó todo. En esos primeros mensajes que mandaba a la gente  preguntándoles cómo lo iban a llevar, y qué iban a hacer. Era gracioso ver como al principio, sólo con llevar un par de días ya nos parecía una locura...lo cierto es que ya llevo 36 días sin salir de casa.

No es cierto del todo, he podido salir a sacar la basura...unos pequeños pasos, pero que me dieron la vida. Y un día recoger la compra con el coche. Es curioso como eso fue aún más duro. Fue ver la calle, y la vida tal y como era antes, ver cada lugar y espacio y todo lo que había vivido ahí, lo que me estaba perdiendo. Me dio más angustia salir por ver lo que me perdía que estar en casa.

Soy de las personas que tienden a engrandecer algunos recuerdos, normalmente ligados a lugares. Resulta que las últimas semanas, antes de esta locura, me había dado por salir a correr...si a mi, algo que jamás me habría planteado. La semana que pasó todo esto, los días que salí a correr fueron curiosos: desde recorrer lugares que siempre he tenido a mano con nuevas perspectivas, hasta tener que dejar de correr por llamadas inesperadas que prometían cambiarlo todo.

Cuando iba con el coche pasé cerca de ese último recorrido, no pude evitar sentir angustia y que se saltaran las lágrimas en pensar toda la emoción por los cambios que había sentido en un momento y que de repente se desvanecieron. Sentí miedo y dudas de no verme capaz de afrontar nuevos retos.

Creo que después de esto soy capaz de enfrentarme a todo. No solo yo, sino todos. La frase que más he dicho últimamente es "nadie estaba preparado para esto" y así es...cada uno se ha preparado como ha podido. La realidad es que nadie está preparado para esto ni para nada de lo que tenemos que afrontar en la vida, vamos aprendiendo por el camino. Y eso es lo divertido, el camino

Querida yo de 2040

Nunca imaginé que fuera a recuperar este pequeño rinconcito en la web. Para ser sinceros, hasta ya lo había olvidado. Supongo que es lo que tiene tener diógenes de recuerdos, me encanta acumular todo tipo de recuerdos, tanto los buenos como los malos... y cuando menos te los esperas estos vuelven a aparecer. Y eso es lo que ha pasado con este blog.

Es genial leer cada una de las experiencias que fui narrando, y cada una de las sensaciones que iba teniendo. Como cuando un bebe va descubriendo el mundo pero con unos cuentos años más.
Ahora es el momento más loco para volver a relatar lo que está ocurriendo, porque confío que dentro de unos años, cuando lo vuelva a leer, como estoy haciendo ahora con el pasado, me acuerde de toda esta locura.

Estamos a 17 de abril, mes y varios días desde que comenzamos el estado de alarma y por ello estamos encerrados, o como todo el mundo dice "confinados" en casa. Nadie se imaginaba, cuando este año pasó que esto nos iba a llegar a nosotros. Recuerdo ver las noticias en enero de cómo estaban en China, todo cerrado, nadie en las calles y pensar que era una locura, cómo habían podido llegar a eso... y en "eso" estamos ahora nosotros.
Ahora que lo veo con lago de perspectiva, tampoco mucha, recuerdo la última semana de "libertad"; ir al trabajo ya era un poco raro... cada vez veías menos gente en la calle y en el metro. La paranoia iba aumentando, y estar en el trabajo ya era raro de por si, se notaba el miedo y la tensión en el ambiente. Los últimos dos días antes que se iniciara esto, jueves y viernes, yo tuve la suerte de no tener que ir a trabajar... aún así el jueves tuve que salir... era muy raro estar en la calle y en el metro, ver cómo la gente llevaba mascarilla. Yo no llevaba nada y me sentía una irresponsable. La gente iba manteniendo las distancias cómo iba pudiendo en el metro, y aquel que tosía o estornudaba... le mirabamos mal (yo me incluyo).
El viernes la sitaución cada vez era más grave, y yo lo único que pensaba era en que ese fin de semana me tocaba trabajarlo entero, y en que estoy con mi abuela...no quería ser portadora de nada. La verdad me daba bastante pánico, para que nos vamos a engañar...y trabajar en un gran centro comercial que NUNCA cierra no ayuda mucho. Lo único que buscaba todo el rato era si había algún tipo de posibilidad que los centros cerraran. Y así fue.

En pocas horas acabé en un hilo de personase que compartía información sobre la posibilidad o no de cerrar y sobre las medidas de seguridad. Eso fue lo que pasó ese fin de semana. Todo se cerró, nadie debía salir de su casa. E¡Todos estábamos en nuestras casa, y yo empecé a sentir, que el miedo también se había instaurado con nosotros. De repente las cifras de contagios y muertos comenzaron a subir, y en una semana me tomé mas paracetamol que prácticamente en los últimos 5 años. Si...el miedo formaba parte de todo. No miedo por mi, sino miedo por mi entorno.

Al final, sorprendentemente te acabas acostumbrando