Querida yo de 2040 día 41

Hoy he vuelto a releer conversaciones de whatsapp de cuando empezó todo esto. Los primeros días se nos hacía "pesado", y eso que teníamos muchas cosas por hacer y no faltaban las ideas. Supongo que era raro, del estar todo el día en la calle, a no salir para nada, de hacer planes constantes, a no hacerlos, o hacerlos pero de distinto modo.

Me acuerdo de esos días en los que me pasaron cosas, antes de todo esto, que tenía muchas ganas de quedar con la gente y contarle todo lo bueno que estaba por venir, y de repente no pude hacerlo porque no podíamos salir de casa. Las buenas noticias pasé a comunicarlas directamente por un triste whatsapp, y ahora que lo pienso, veo muy lejano que todo lo que podía pasar, pase. Ahora mismo lo importante es volver, ya ni si quiera es volver a la normalidad...sólo queremos volver.

Otra de las cosas que he descubierto releyendo, es cómo los primeros días pensábamos que en unas semanas íbamos más o menos a volver a la normalidad. Que a finales de abril ya estaríamos como antes...y aquí estamos, ha llegado ese "finales de abril" y no sabemos ni cuándo saldremos ni cómo va a ser esa vuelta.

Siempre decimos que la vida puede cambiar de un momento a otro; normalmente siempre nos quejábamos de que esos cambios eran positivos para los otros y negativos para nosotros mismo. Pro ahora aquí estamos. estamos de cero, todos estamos igual, en el mismo punto de partida. Si es verdad que todo el sistema sanitario está al pie del cañón...sin ellos si que no haríamos nada. Y que hay familia que han vivido en primera persona la dichosa pandemia.

Los últimos días se me están empezando a hacer algo más pesados. creo que estoy analizando todo lo que me pasa de una forma demasiado consciente. En otra circunstancia lo habría dejado pasar, pero ahora cada vez que noto una nueva emoción, esa que se va a poderando de mi lo único que trao de decirme es "es normal, no hay nada bien ni mal". Es cierto que llevamos 41 días en casa, dentro de lo malo yo tengo un pequeño jardín al que salir. Hoy he salido un momento y la sensación ha sido muy curiosa. Sólo quería estar ahí y que me diera el aire. Cuando he vuelto a casa, todo me parecía oscuro, no como en la calle...y eso que el día es nublado, que por las carreteras la afluencia es mayor en ambulancias y coches de policía, pero sin duda la calle es mejor.

Me he dado cuenta, que cuando acabe esto, de lo primero que voy a hacer es andar sin rumbo...perderme por donde sea sin un destino concreto. Alejada de la gente y manteniendo las distancias, me apetece extender el aislamiento pero en un paseo sin rumbo, y luego ya reencontrarme con la gente.

Un día menos

Querida yo de 2040 día 36

Los días siguen pasando, lo único que quiero cada día es, que al escuchar las noticas el número de contagiados baje. Es triste como al final te acabas acostumbrando a cifras tan altas de muertos...la única esperanza es que los contagios bajen.

Hoy he decidido mirar atrás, pensar en cómo empezó todo. En esos primeros mensajes que mandaba a la gente  preguntándoles cómo lo iban a llevar, y qué iban a hacer. Era gracioso ver como al principio, sólo con llevar un par de días ya nos parecía una locura...lo cierto es que ya llevo 36 días sin salir de casa.

No es cierto del todo, he podido salir a sacar la basura...unos pequeños pasos, pero que me dieron la vida. Y un día recoger la compra con el coche. Es curioso como eso fue aún más duro. Fue ver la calle, y la vida tal y como era antes, ver cada lugar y espacio y todo lo que había vivido ahí, lo que me estaba perdiendo. Me dio más angustia salir por ver lo que me perdía que estar en casa.

Soy de las personas que tienden a engrandecer algunos recuerdos, normalmente ligados a lugares. Resulta que las últimas semanas, antes de esta locura, me había dado por salir a correr...si a mi, algo que jamás me habría planteado. La semana que pasó todo esto, los días que salí a correr fueron curiosos: desde recorrer lugares que siempre he tenido a mano con nuevas perspectivas, hasta tener que dejar de correr por llamadas inesperadas que prometían cambiarlo todo.

Cuando iba con el coche pasé cerca de ese último recorrido, no pude evitar sentir angustia y que se saltaran las lágrimas en pensar toda la emoción por los cambios que había sentido en un momento y que de repente se desvanecieron. Sentí miedo y dudas de no verme capaz de afrontar nuevos retos.

Creo que después de esto soy capaz de enfrentarme a todo. No solo yo, sino todos. La frase que más he dicho últimamente es "nadie estaba preparado para esto" y así es...cada uno se ha preparado como ha podido. La realidad es que nadie está preparado para esto ni para nada de lo que tenemos que afrontar en la vida, vamos aprendiendo por el camino. Y eso es lo divertido, el camino

Querida yo de 2040

Nunca imaginé que fuera a recuperar este pequeño rinconcito en la web. Para ser sinceros, hasta ya lo había olvidado. Supongo que es lo que tiene tener diógenes de recuerdos, me encanta acumular todo tipo de recuerdos, tanto los buenos como los malos... y cuando menos te los esperas estos vuelven a aparecer. Y eso es lo que ha pasado con este blog.

Es genial leer cada una de las experiencias que fui narrando, y cada una de las sensaciones que iba teniendo. Como cuando un bebe va descubriendo el mundo pero con unos cuentos años más.
Ahora es el momento más loco para volver a relatar lo que está ocurriendo, porque confío que dentro de unos años, cuando lo vuelva a leer, como estoy haciendo ahora con el pasado, me acuerde de toda esta locura.

Estamos a 17 de abril, mes y varios días desde que comenzamos el estado de alarma y por ello estamos encerrados, o como todo el mundo dice "confinados" en casa. Nadie se imaginaba, cuando este año pasó que esto nos iba a llegar a nosotros. Recuerdo ver las noticias en enero de cómo estaban en China, todo cerrado, nadie en las calles y pensar que era una locura, cómo habían podido llegar a eso... y en "eso" estamos ahora nosotros.
Ahora que lo veo con lago de perspectiva, tampoco mucha, recuerdo la última semana de "libertad"; ir al trabajo ya era un poco raro... cada vez veías menos gente en la calle y en el metro. La paranoia iba aumentando, y estar en el trabajo ya era raro de por si, se notaba el miedo y la tensión en el ambiente. Los últimos dos días antes que se iniciara esto, jueves y viernes, yo tuve la suerte de no tener que ir a trabajar... aún así el jueves tuve que salir... era muy raro estar en la calle y en el metro, ver cómo la gente llevaba mascarilla. Yo no llevaba nada y me sentía una irresponsable. La gente iba manteniendo las distancias cómo iba pudiendo en el metro, y aquel que tosía o estornudaba... le mirabamos mal (yo me incluyo).
El viernes la sitaución cada vez era más grave, y yo lo único que pensaba era en que ese fin de semana me tocaba trabajarlo entero, y en que estoy con mi abuela...no quería ser portadora de nada. La verdad me daba bastante pánico, para que nos vamos a engañar...y trabajar en un gran centro comercial que NUNCA cierra no ayuda mucho. Lo único que buscaba todo el rato era si había algún tipo de posibilidad que los centros cerraran. Y así fue.

En pocas horas acabé en un hilo de personase que compartía información sobre la posibilidad o no de cerrar y sobre las medidas de seguridad. Eso fue lo que pasó ese fin de semana. Todo se cerró, nadie debía salir de su casa. E¡Todos estábamos en nuestras casa, y yo empecé a sentir, que el miedo también se había instaurado con nosotros. De repente las cifras de contagios y muertos comenzaron a subir, y en una semana me tomé mas paracetamol que prácticamente en los últimos 5 años. Si...el miedo formaba parte de todo. No miedo por mi, sino miedo por mi entorno.

Al final, sorprendentemente te acabas acostumbrando