Lo único que hacía últimamente era pensar, intentaba llegar a alguna conclusión pero se dió cuenta de que era incapaz.
Por ello decidió caminar, caminar sin ningún rumbo concreto, caminar a ninguna parte. Aprendió a observar todo lo que tenía a su alrededor, comprendió que cada persona era un mundo, cada persona tenía una historia diferente que contar. Y ella no conocía muchas historia, últimamente se había limitado a vivir la suya. Cada persona que conocía era un nuevo personaje de esa historia, los había de todo tipo: buenos, malos, felices, trsites. Había personajes con lo que no había cruzado ni dos palabras, pero ya estaban ahí, en su historia.
Y siguió caminando, decidió perderse. Lo necesitaba. Pero pronto se dió cuenta de que había que bajar a la realidad, había que dejar de vivir en un mundo que se había creado que ni si quiera era cierto. La realidad es diferente, siempre lo es.
Asistente de Producción en Feedback Group
Hace 5 días
1 Soñadores:
Me identifico tanto con ese texto...
Gracias por escribirlo, me ha hecho reflexionar.
Publicar un comentario