Vida en Irlanda

Como soy muy original, como ya todo el mundo sabe, he decido utilizar mi viejo y abandonado blog para relatar mis aventuras por Irlanda, país en el que estaré las próximas tres semanas mientras España continua su camino más y más hacia el fango. La verdad es que la idea de irme, al principio me pareció muy buena pero conforme se acercaba la fecha la veía más y más lagunas, aunque no sé muy bien porque... la verdad es que llevaba dos años sin tocar el inglés, y tampoco me molesté los días de antes en echarle un ojo, o me iba a la aventura total o no me iba, pese a que yo y mi ego tenemos un concepto muy bueno sobre el inglés que sé. Bueno pues después de todo este rollo llegó el día 15, día en el que salía mi vuelo y ahí me encontraba con el primer gran problema: buscar mi vuelo. Yo soy una paleta de ciudad que no ha salido de Madrid ni de la península nunca, salvo la semana anterior que volé por primera vez y me parecía todo super emocionante. Bueno, pues todo esto conllevaba que me iba a perder en el aeropuerto, y más cuando me dijeron que salía de la 4s, terminal a la que según tenía que acceder por medio de un metro interno del aeropuerto; en ese momento comprendí que ni iba a salir del país, que me iba a estar las tres semanas dando vueltas por el aeropuerto buscando la 4s y diciendo a todo el mundo que era muy feliz en Irlanda cuando no había salido ni de Madrid. Para mi suerte al final no salí de dicha terminal, sino simplemente de la t4. El vuelo fue bien y de camino ya fui haciendo amiguitas.
Una vez en Dublín, tuve un gran problema... la gente hablaba en inglés, si es lógico, que hasta que no te cambias de país no te das cuenta de verdad. Que pasaba, que a mi me hablaban en inglés y yo les respondía en español, no por nada es especial, sino porque mi cabeza aún lo procesaba así. Después de líos varios fui al bus que me traía a Cork, pueblecito en el que me encuentro. Llegué y entre en caos, me perdí en Cork, cosa estraña, porque tampoco es que sea un sitio muy grande, y en medio de mi desesperación, mi cara de no saber que hacía allí y demás... me eché a llorar, mi típico en mi, soy una dramas. Unos amables irlandeses se me ayudaron y me llevaron a la residencia (irlandeses = amor; que no se os olvide) Y poco más... me instalé y luego hice un reconocimiento por la ciudad y ya que estaba, también hice un reconocimiento de uno de los millones de pub irlandeses que hay... que tampoco estoy para perder el tiempo. Y así terminó mi caótico viaje/expedición Madrid-Dublín-Cork

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